1. Exposición de deseos.
El protagonista expresa de
manera más o menos velada qué cosas quiere conseguir en la historia, cuáles son
sus deseos, sus sueños. En infinidad de películas, si no en la primera, en las
primeras escenas, describiendo la situación de partida o status quo inicial, o a través de las palabras del propio
protagonista, sabemos qué quiere conseguir: conquistar una colina, ser el mejor
jugador de póquer del mundo, enamorar a otra persona o, simplemente, mejorar la
situación desfavorable de la que parte.
2. Injusticias o calamidades.
Al protagonista le
ocurre algo negativo, bien por acción de terceros, bien por infortunio de la
propia vida. También en innumerables películas hemos visto cómo al
protagonista, más pronto que tarde en la historia, alguien allegado se le
muere, un coche pasa a su lado pisando un charco y empapándolo o le ponen una
multa. No digamos si un médico le comunica que le quedan meses de vida.
3. Demostración de habilidades.
Es lo que se llama
“identificación por admiración” y consiste en ver al protagonista haciendo algo
que sabe hacer muy bien. No son pocas las películas de James Bond en las que lo
primero que vemos es a Bond solucionando un conflicto con suma maestría.
En general os puedo decir que lo más normal, incluso de
manera natural, es que se produzca una mezcla de dos de estos mecanismos, casi
siempre de los dos primeros. Y, como en el post anterior, os recuerdo que
nuestro protagonista no tiene por qué ser “bueno”.
Para ilustrar esto último,
os invito a ver el inicio de una extraordinaria película en la que nos
identificamos con su protagonista a través del menos común de los tres
mecanismos: demostración de habilidades, incluso cuando esas habilidades tienen
un uso infame.
Lo explicas muy bien. Es la llamada de atención del espectador a través de las tres premisas que apuntas para hacer del personaje el punto de interés que lo convierte en "protagonista".
ResponderEliminarTú sí que lo explicas bien, Mariano, jajaja.. Abrazos!
ResponderEliminarLa tercera opción, "demostración de habilidades", me parece la más difícicil para enganchar al lector o al espectador. Todo un reto.
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