
Seamos principiantes o profesionales contrastados, tenemos el deber moral de estrujarnos el cerebro para crear algo nuevo. CREAR. Lo del policía de NY comiendo donuts o el disparo en la sien del protagonista en el último plano de la película está más visto que los balcones de madera, como dice mi padre. Y, si hay que recurrir a recursos tan manidos como esos, seguro que hay una forma, un contexto distinto en el que ubicarlos para que la inteligencia del público no se sienta insultada.
¿Para qué sirve un lápiz? Para escribir. Bien, ¿y para qué mas? ...¿Cómo? Pues paraaaa... para ponérselo en la oreja. Estupendo, sigue: ¿para qué más? ...Joder, paraaaa... para matar a alguien. ¡Bingo! Acabas de inventar un uso creativo de un objeto cotidiano como es un simple lápiz. Lo único que has tenido que hacer es pensar un poco más, no conformarte con la primera opción que se te viene a la cabeza, con aquello que todo el mundo espera.
¿Tienes una escena en la que alguien persigue a alguien por la ciudad? Sí. ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando oyes "persecución" y "ciudad"? Dos coches a todo meter a lo Frankenheimer. Vale, eso ya lo hemos visto. Piensa algo nuevo. ¿Van volando? No jodas, otra cosa. ¿En burra? Buen intento, podría funcionar. Sigue. ¡En monopatines eléctricos! ...¡¡BINGO!!
Dicen que el primer libro lo escribió Dios y que todo lo demás son copias, pero las copias pueden ser esplendorosas si se conciben desde una actitud creativa que los haga parecer libros nuevos.
1º Me Encanta el lápiz, es un corregidor fácil, borras y sigues.
ResponderEliminar2º Una persecución en silla de ruedas seria un puntazo ???
3º Aunque el primer libro lo escribiera Dios, la plaga de copiadores/as abruma, incluso siendo distintas versiones de una misma trama. No hay límites,ni siquiera en las copias, los ponemos nosotros.