CURSO DE GUIÓN ONLINE EN VÍDEO

CURSO DE GUIÓN ONLINE EN VÍDEO
CURSO DE GUIÓN ONLINE EN VÍDEO. Aprende el oficio de escribir guiones desde cualquier sitio y a cualquier hora.

jueves, 5 de enero de 2012

SOMOS LO QUE ESCRIBIMOS

Si hay algo de verdad en todo esto de la creación de historias es que somos lo que escribimos. De forma más o menos consciente, escribimos de aquello que conocemos, lo que hemos vivido y lo que hemos visto o leído. Una de las tareas más difíciles del consultor de guión es conectar al guionista emocionalmente con su historia, especialmente cuando escribe un guión de encargo. A veces casi se llega a actuar como un psicólogo que analiza las experiencias pasadas del paciente para intentar explicar su estado mental actual. Y esto es así porque, en muchas ocasiones, hay una incapacidad o un rechazo por parte del autor a hacer un ejercicio de introspección para capitalizar su experiencia emocional en la vida.

Sin pretender ser un psicólogo –que bastante difícil debe ser–, un buen consultor debe averiguar qué motiva realmente al guionista a contar esa historia y no otra. Tanto si eso queda claro como si no, es de enorme utilidad que el guionista recurra a experiencias vividas que le hayan dejado una huella emocional para volcarlas sobre el material que tenga entre manos. Si se consigue esto, estaremos ayudando al guionista a dos cosas fundamentales:

1. Escribirá de aquello que conoce, que ha vivido. Así, todo será menos artificial y los acontecimientos de la historia conservarán un trasfondo emocional más auténtico.

2. Una implicación emocional del autor con la historia le motivará mucho más que si es un mero "yo omnisciente" que observa, manipula y juzga desde la distancia emocional. No olvidemos que el trabajo de escritura de un largometraje, o unos cuantos capítulos de una serie, se puede extender de seis meses hasta un año o incluso más. Un trabajo duro, especialmente cuando es en solitario, que lleva con mucha facilidad al desaliento.

Recapitulando: ¿tienes una historia que contar? Tanto si es creación tuya como si es un encargo, ¡llévatela a tu terreno! Tus propios sentimientos no son muy distintos a los del resto de la gente. Los van a reconocer y se van a emocionar. Y de emocionar es justamente de lo que va todo esto.

4 comentarios:

  1. Al final volvemos a Steve Jobs como filósofo: haz aquello que amas, mucho mejor que amar aquello que haces.

    ResponderEliminar
  2. No es mala cosa esa, Antonio. Gracias!

    ResponderEliminar
  3. Me parece muy coherente todo lo que escribes, y estoy seguro que ese proceso de interiorizar un argumento, una historia o idea para desarrollarla posiblemente le dé más cuerpo y sentido al guión. Pero me surgen dos dudas en todo esto:
    1. ¿No se corre el riesgo de crear un modelo personal, previsible y repetido en cada una de las historias que contemos?
    2. Y más importante, desde el punto del escritor, ¿no puede implicar un desgaste emocional el implicarse tanto en historias o argumentos, sobre todo si son ajenos, que haga que en ocasiones, el hecho de escribir se convierta a veces en algo doloroso?
    Imagino que escribir puede ser doloroso en ocasiones, y aunque entiendo que es mejor escribir sobre lo que se conoce o ha vivido, considero, desde mi posición de no-escribiente, que debe de haber un equilibrio que haga tu historia real, que adquiera una impronta personal, y que te ayude a crecer.

    ResponderEliminar
  4. Paco, gracias por tu comentario. Me parece muy interesante lo que dices.

    En respuesta a tus puntos:

    1. No creo que recurrir a experiencias propias pueda hacer la historia más previsible. Creo que es más la utilización de arquetipos y clichés. De todas formas, si la historia está bien contada, no importa tanto que sea previsible. En casi todas las comedias románticas sabemos que el chico acaba con la chica (en la cama, digo, jajaja...); en Billy Eliot sabemos que el niño acabará cumpliendo su sueño de bailar. Pero está tan bien contada que cuando el niño sufre, nosotros sufrimos con él; si el niño se emociona por conseguir algo, nosotros también nos alegramos.

    2. Es una decisión personal saber cuánto se debe exponer y cuánto reservarse. Si la experiencia de escribir es dolorosa, igual no debería hacerlo. Yo creo que en la mayoría de los casos puede ser terapéutico pero, como digo en el post, no soy psicólogo y no me quiero meter en terrenos para los que no estoy cualificado. Pienso que escribir debe ser duro, requiere mucho esfuerzo, pero a la vez debe ser satisfactorio, un disfrute. Si sirve para producir dolor... mejor hacer otra cosa, no?

    Una vez dicho esto, mantengo que es bueno usar las emociones propias para alimentar la historia que tengamos en las manos.

    Un abrazooo

    ResponderEliminar